Felicidad y Navidad son dos términos que significan lo mismo. Celebramos la aparición de un sonriente niño desprovisto de todo miedo. Este niño es el mejor símbolo para enseñar a los hombres de coherente voluntad, qué y cómo es la Inocencia que reside en el fondo de toda persona, más allá de las creencias en los defectos y limitaciones. Este inocente niño nos muestra nuestro ser, el ser Espiritual de todos los hombres, lo crean o no. La inocencia sana todo sufrimiento ahora sin excepción,, por eso debemos celebrar la Navidad.. La inocencia sonriente refleja la paz, y felicidad sin miedo, pues es hija del amor. Navidad es la presencia del instante ahora, donde no existe la ilusión del tiempo, donde todo es uno. En esta navidad contempla la sonrisa del inocente niño. Esa sonrisa es su regalo que te ofrece en cada instante, para que recuerdes una vez más quién eres. Comparte ahora esa sonrisa entre todos tus hermanos... si quieres...