LOS QUE NO ESTÁN EN CONTRA, CONMIGO ESTÁN

Toda estructura consolidada gira. La Vida gira en círculo, toda Creación gira y la consecuencia de todo ello es la Danza de la esferas que garantizan la Coherencia de su Existencia.
La Inteligencia se encuentra en el núcleo de la Triada: ACCIÓN-COHERENCIA-BELLEZA.
Rubayat es el Eco de la Sinfonía que inspira la Danza de las esferas.


ERROR Y EQUIVOCACIÓN


Para que el hombre se logre, necesita aprender. Aprender es un acto, es una transformación siempre. Aprender, es cambiar la forma que teníamos, por la acción e influencia de lo aprendido, por eso el hombre camina, está en constante proceso como la arcilla o cera blanda flexible, en la que queda impresa la huella de aquello que aprendió.

Aprender no es engullir o almacenar experiencias, debemos dejar que lo aprendido nos transforme. Pero para aprender, tenemos que hacer uso de todos los atributos de los que estamos dotados, de lo contrario, nos estancamos en las formas primitivas o infantiles, repitiendo una y otra vez los mismos errores y perdiendo cada vez más la capacidad de aprender.

La Ciencia del Sentido Común distingue dos conceptos que con frecuencia se confunden peligrosamente, estos son la Equivocación y el Error.

La condición de lo humano es equivocarse (ignorancia). El ser humano no es algo acabado y mucho menos perfecto, por eso el hombre aprende tanteando temblorosamente las dimensiones de la realidad, avanza con aciertos y equivocaciones.

La equivocación es un desacierto involuntario, cuando nos equivocamos, rápidamente rectificamos, nos arrepentimos generalmente o lo lamentamos, al tiempo que nos ayuda a poner más interés para que no se repita. La equivocación nos orienta siempre hacia la luz, nos hace corregir y afinar la puntería. La equivocación es el hecho natural en todo aprendizaje.

El Error es una equivocación voluntaria consciente, el error tiene una carga temeraria, de irresponsabilidad, en el acto de error estamos advertidos de antemano, somos más o menos conscientes de las posibles consecuencias de un acto determinado; ejemplo: alguien bebe más copas de las que soporta, se monta en su coche o coge el primero que ve y se pone a 180 Km./hora en la carretera, hasta que despierta en una unidad de cuidados intensivos; él no quería acabar así evidentemente, pero Sí sabía que el alcohol puede trastornar y que es peligroso conducir bajo sus efectos, bastará saber de antemano que beber alcohol o beberlo él especialmente, puede perjudicarle, hasta extremos insospechados.

Cometer errores es repetir conscientemente una equivocación (es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra). “Ya se que no está bien fumar, pero de algo hay que morirse”. “Tengo que vivir mi vida”, - si pero si te descubre tu marido-, “No me importaría”, -y si te descubre tu hijo a la vuelta del instituto-. Cuando se nos eriza el vello, al ver las maniobras de adelantamiento en carretera, solemos llamarlos, imprudentes, pero en la mayoría de las ocasiones se trata de errores claros. El imprudente puede no tener experiencia negativa de equivocaciones anteriores, simplemente es alguien que se deja llevar por su natural impulsivo o poco reflexivo (cuestión de inmadurez o temperamento).

En el acto de error siempre estamos advertidos y podemos por lo tanto evitarlo, el error es un acto grave, tiende a inutilizar la inteligencia, a mayor nivel de error (comportamiento erróneo) que soporte un individuo, más lejos de la realidad se encuentra. El error tiende casi siempre a auto justificarse con lo cual no se pone en disposición de rectificar ni de reconocer su actitud. Comete errores, luego los justifica ante los demás y ante sí mismo, esta condición, bloquea la acción del entendimiento, y aunque sea poseedor de un alto cociente intelectual, este, quedará inutilizado, llevándole de nuevo a cometer más errores; como tiende a nublar la inteligencia, no se ejercita en el arte de aprender. Una forma de cultivar los errores es la autocomplacencia, las crisis de soberbia, la pereza, el miedo, etc.…


HF